A propósito de una clase que estoy preparando sobre la alimentación no omnívora (vegetariana) en la infancia, estoy dándome cuenta de la poca información que hay para la población general e incluso para los profesionales sanitarios sobre las dietas vegetarianas, encontrando incluso información en internet que llega a ser errónea y peligrosa.
Primero que nada, quiero aclarar algunos conceptos que considero básicos para poder indagar por el mundo de las dietas exentas de alimentos animales o de origen animal. La persona ovolacteovegetariana es aquella que consume predominantemente alimentos de origen vegetal, pero también lácteos y huevo. La lactovegetariana es la que consume sobre todo alimentos vegetales pero también lácteos; y la dieta vegetariana estricta o vegana es la que excluye todos los alimentos de origen animal, pasando a ser una dieta cien por cien vegetal.
Tenemos que tener presente que cualquier dieta mal planificada puede tener consecuencias negativas en la salud de bebés y niños, por lo que requiere que todas ellas estén bien diseñadas y sean equilibradas.
Las sociedades científicas dicen que estas dietas son aptas y saludables en cualquier etapa de la vida, incluso para la infancia temprana, embarazadas, mujeres lactantes y atletas. Pero dos sociedades, la Asociación de Nutricionistas Alemanes y la Asociación Europea de Gatroenterología y Nutrición Pediátricas, ponen algún pero, aunque fácilmente salvable en los países industrializados, ya que en ellos es posible encontrar con facilidad los alimentos más importantes que forman parte de una dieta vegetariana equilibrada y también están al alcance los suplementos orales de vitamina B12 que han de tomar sin excepción todas las personas veganas a partir de los 6-12 meses de edad y la mayoría de las personas ovolacteovegetarianas o que consumen pocos productos animales.
Además, la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Hardvard ha definido lo que es una dieta vegetal saludable de la que no lo es. Así, una dieta vegetal saludable es aquella compuesta por cereales integrales, frutas, verduras, legumbres, frutos secos y semillas y aceites vegetales. Por el contrario, una dieta vegetal no saludable contiene refrescos azucarados, zumos de fruta, cereales refinados, patatas, postres y otros productos con azúcar. Además, han verificado mediante estudios que cuantos más alimentos vegetales saludables y menos alimentos de origen animal y alimentos vegetales no saludables consume una persona menor es su riesgo de desarrollar diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Las sociedades científicas invitan a los profesionales sanitarios a formarse en las dietas no omnívoras para así poder orientar a aquellas personas que quieran alimentarse y alimentar a su hijo de esta forma, dados los beneficios que suponen para la salud cuando están bien planificadas. Recalcar, que si ésta no está bien diseñada y lo que se hace simplemente es comer vegetales sin tener encuenta sus propiedades nutricionales y si no se toma el suplemento de vitamina B12, la salud del niño (también la del adulto) puede verse gravemente afectada, sufrir secuelas irreversibles e incluso la muerte.
Así, que aquella persona que quiera hacer una dieta vegetariana y alimentar a su hijo de esta forma, puede hacerlo y es saludable, pero para no correr riesgos ni provocar daños, ha de asesorarse con un profesional experto en la materia para obtener todos los beneficios que la dieta vegetariana equilibrada pueda proporcionarle.
Espero que os haya sido útil.
Gracias por vuestra lectura.